La “sencilla” despedida del papa Francisco rompió con siglos de protocolo

La muerte y funerales del papa Francisco continúa generando revuelo. Uno de los principales aspectos de interés entre fieles y aquellas personas no allegadas a la Iglesia Católica son los costos que implicaron el proceso que llevó a Francisco hasta su última morada.

Más de un millón de personas y 146 delegaciones diplomáticas de todo el mundo se congregaron en Roma para despedir al papa Francisco el sábado 26 de abril.

Fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años, tras un derrame cerebral y una insuficiencia cardíaca irreversible, según informó el Vaticano, Francisco marcó un contraste con sus predecesores. El pontífice de origen argentino pidió explícitamente que su funeral fuera “sobrio, sin ostentaciones”, tal como se establece en su testamento con fecha del 29 de junio de 2022.

Según informaron medios como El País y Cadena SER, el costo de la ceremonia, estimado en 1,5 millones de euros, fue financiado completamente por “un benefactor anónimo”.  La cifra, por ejmplo, contrasta por mucho el costo de los funerales de Juan Pablo II el cual en 2005 se estimó en siete millones de euros, los que fueron asumidos por El Vaticano. "La Santa Sede" aclaró que los costos de los funerles de Francisco no contempló los gastos de seguridad ni la atención a las delegaciones diplomáticas, que corrieron por cuenta del Estado italiano. 

“Francisco ha sido coherente hasta el final: renunció a todo lo superfluo. Su funeral ha sido un mensaje político y pastoral a la Iglesia”, opinó el historiador eclesiástico Massimo Faggioli, en entrevista a La República.

Francisco rompió varias tradiciones funerarias papales: Por ejemplo, utilizó un solo ataúd de madera revestido interiormente en zinc, eliminando los tres ataúdes (ciprés, zinc, roble) usados históricamente. También, rechazó el uso de catafalco, estructura elevada y ornamentada que simboliza la grandeza papal. Entre otros detalles Francisco pidió que su cuerpo fuera sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, fuera del Vaticano, marcando otro hecho inédito desde 1903.

Costos y despliegue de seguridad

Aunque el funeral de Francisco fue modesto en relación a los funerales de sus predecesores, el dispositivo de seguridad fue de grandes dimensiones con más de 6.000 agentes desplegados en Roma (policía, carabineros, unidades especiales). Una cifra impresionante en relación a los 5.000 agentes que custodiaron el cepelio de Juan Pablo II y muy distante de los 1.000 agentes en el caso de Benedicto XVI en 2023. 

El pasado sábado, la seguridad del evento contempló el cierre del espacio aéreo durante 24 horas sobre la capital italiana. Además de la atención diplomática a 146 delegaciones internacionales.

Expertos destacaron “legado de humildad” de Francisco

Marco Politi, vaticanista italiano, explicó al diario italiano Corriere della Sera que la elección de Francisco de renunciar a símbolos de poder tiene un fuertes significados. “Francisco quiso recordar que el papado es servicio, no monarquía. Su funeral ha sido un gesto de reforma en la mentalidad eclesial”, mencionó Politi.

Por su parte, la teóloga Lucetta Scaraffia destacó en Avvenire que El Papa murió como vivió: “entre los pobres, entre la gente, no rodeado de los fastos de la corte papal”.