Norchad Omier: El blufileño que sigue luchando por su sueño NBA, ahora desde la G League

Para quienes seguimos con orgullo la carrera de Norchad Omier, el blufileño que ha puesto en alto el nombre de Nicaragua en el baloncesto universitario de Estados Unidos, la noticia cayó como balde de agua fría: su nombre no apareció entre los invitados a la NBA Draft Combine 2025. Pero, quienes conocemos su historia no nos desanimamos. Estamos acostumbrados a las batallas que libra Norchad. Dentro de la cancha, es un competidor feroz; fuera de ella, su fortaleza espiritual lo convierte en alguien que no se rinde ante nada.

Omier, nacido en Bluefields, ha recorrido un largo camino desde sus primeros pasos en el baloncesto local hasta convertirse en una figura destacada en la NCAA. Esta última temporada con los Baylor Bears promedió 15.8 puntos, 10.4 rebotes y 1.6 asistencias por partido, con un 56.4% de efectividad en tiros de campo y un sólido 75.4% en tiros libres. A lo largo de su carrera universitaria ha superado los 80 dobles-dobles, una cifra que lo coloca entre los mejores reboteros y jugadores más constantes del circuito universitario (New Haven Register).

Aunque la omisión en la lista del Combine podría interpretarse como un revés, Omier ha recibido una invitación para participar en la NBA G League Elite Camp, una vitrina cada vez más relevante para prospectos que buscan ganarse un lugar en la liga más competitiva del mundo. Desde esa plataforma, varios talentos han dado el salto a la NBA en años recientes.

Fuentes cercanas a su entorno como Art “Pilín” Álvarez ha dicho en su cuenta de Facebook que equipos como los Charlotte Hornets, Houston Rockets y Milwaukee Bucks han manifestado interés en evaluar de cerca al jugador nicaragüense, extendiéndole invitaciones para que asista a sus campamentos de entrenamiento previos al draft. Estas pruebas podrían ser claves para que algún equipo decida apostar por él, ya sea a través de un contrato como agente libre o una oportunidad en la Summer League.

Omier ha demostrado que no necesita el camino más fácil para sobresalir. Desde sus días en Arkansas State, su paso huracanado por Miami, hasta su consolidación en Baylor, ha sido un ejemplo de crecimiento, resiliencia y disciplina. Su motor no se detiene, y cada desafío parece motivarlo más.

Aunque el camino hacia la NBA no será sencillo, Norchad Omier sigue demostrando que tiene las herramientas para ganarse un lugar: físico imponente, gran lectura de juego, capacidad defensiva y una mentalidad que trasciende el deporte. El muchacho proveniente de una tierra y orígenes humildes ya ha sobrepasado todas las expectativas, pero su historia aún no termina, y Nicaragua sigue soñando con verlo cumplir ese siguiente paso.