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Indígenas de Sauni As: entre la indignación, el dolor y la esperanza

Duyerling Ríos y Ulises | 31 Mar 2022

Indígenas de Sauni As: entre la indignación, el dolor y la esperanza

Antes del año 2015 el Territorio Mayangna Sauni As, registraba poca presencia de colonos. Sin embargo, a partir de ese año empieza una invasión acelerada, que se manifiesta a través de la ocupación ilegal de tierras, asesinatos de comunitarios, el avance de la ganadería intensiva, la minería ilegal y la deforestación. Ante esta situación lideres comunitarios, decidieron organizarse y conformar un grupo de guardabosques voluntarios dispuestos a proteger sus vidas, sus bosques y sus tierras.

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Las comunidades de Santa Rosa, Vesubio, Victinia, bajando por el río Pis Pis, son parte de la ruta de tránsito que usan colonos para invadir territorios indígenas mayangnas. Por esta zona entran a Sauni As, señala uno de los guardabosques organizados en este territorio a quien llamaremos Pedro. “Los colonos nos quieren sacar de nuestro hogar y eso no se puede dar, la Ley No. 28 y Ley 445 nos protegen”, señala.

En 2003, después de aprobarse la Ley de Régimen de Propiedad Comunal de los Pueblos Indígenas y Comunidades Étnicas de las Regiones Autónomas de la Costa Atlántica de Nicaragua y los Ríos Bocay, Coco, Indio y Maíz, Ley 445, el Estado de Nicaragua inició un proceso de demarcación y titulación en 23 territorios indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe, seis de estos territorios son de la etnia mayangna asentada mayoritariamente en el municipio de Bonanza, que abarca parte de la Reserva de Biósfera de Bosawás. 

Luego de la titulación se debía implementar el proceso de saneamiento de los territorios indígenas y afrodescendientes, pero a la fecha las comunidades indígenas siguen exigiendo su cumplimiento. 

El proceso de saneamiento consiste en revisar la situación jurídica de los terceros que pretenden reclamar propiedades dentro de las tierras indígenas. “En algunos casos la Ley 445 establece ciertos derechos para aquellos que tienen títulos de Reforma Agraria que no se han viciado de forma o de fondo”, explica un abogado mayangna que accedió conversar con Onda Local bajo la condición de anonimato dado el contexto de persecución que se vive en el país.

El abogado define la situación de los territorios indígenas mayangna como “un proceso de desterritorialización de las tierras indígenas, estructurado y sistemático que de manera impulsiva ha tomado mayor auge a lo largo de la última década”.

El experto identifica algunos factores claves en el proceso de la llegada de colonos a los territorios indígenas. El primero es que pequeños productores del pacífico y centro del país, con la ambición de conseguir tierras más productivas y a menor costo, vendieron sus tierras a grandes terratenientes y emigraron hacia los territorios indígenas, la fuente advierte que estos empezaron a llegar instigados por terceros que se habían establecido previamente en la zona. 

“Primero vienen por su propia cuenta, segundo, instigan y venden, luego se da también la participación de algunos funcionarios y exfuncionarios de gobierno y por último terminan prestándose algunos líderes y comunitarios nativos.” El jurista agrega que existen documentos que evidencian la participación de autoridades gubernamentales, locales y territoriales.  “Ellos han estado avalando, cediendo ciertos derechos de posesión a los terceros, ellos tienen que responder por sus actos” advierte.

Según el experto, los diagnósticos socio jurídicos realizados por organizaciones que trabajan en la defensa de los pueblos indígenas revelan que los colonos, al ser entrevistados para estos estudios, aducen que se establecieron en la zona por la falta de productividad de sus parcelas en el pacífico, “ellos dicen, bueno, nosotros supimos que acá hay tierras baldías, tierras libres, desocupadas, por lo tanto, vendimos nuestra parcela que teníamos allá porque ya no era productiva, había escasez de agua, entonces nos desplazamos para esta zona en busca de tierras mejores.”, relata que es parte del argumento de quienes llegan a invadir.

Agrega que el retardo en el proceso de implementación de la etapa de saneamiento ha conllevado a que muchos comunitarios, al sentirse presionados o amenazados por los colonos, terminen cediendo y vendiendo sus lotes de tierra.

Créditos y promesas políticas

El jurista plantea la hipótesis de que la expansión de la actividad agrícola y ganadera en la zona, está siendo promovida por el Gobierno para ampliar los mercados hacia estos rubros y favorecer la economía del país, lo que de alguna manera da pie a que algunos de estos colonos sean beneficiados con grandes préstamos bancarios, quienes con este dinero se dirigen hacia los territorios indígenas en búsqueda de tierra, manipulando y engañando a algunos miembros de la comunidad quienes terminan enredándose y prestándose a la venta ilegal.

Señala que por otro lado está el tema de los compromisos políticos, en este sentido indicó que en las comunidades es un secreto a voces que los políticos durante las campañas electorales ofrecen tierras, “se maneja que la gente vota a cambio de tierra, inclusive se ha escuchado de los propios colonos, que son enviados por los funcionarios del gobierno actual para que tomen las tierras porque son militantes y porque son productores”.

La fuente lo explica de esta manera: “Los mayangnas ni siquiera llegamos al 1% de votos en los procesos electorales, entonces nosotros somos insignificantes para cualquier partido que esté en el gobierno, mientras que la población mestiza en los territorios indígenas es inmensa”.

Para ilustrar lo anterior el experto pone un ejemplo, “en el territorio de Awas Tingni, se estima que hay tres mil familias de colonos, en las que hay como seis  mil personas habilitadas para votar y los mayangnas nativos de esta comunidad son apenas 300 votantes. Cualquiera que esté en campaña electoral requieren el voto de la mayoría, entonces obviamente ellos hacen compromisos de garantizarle la permanencia, garantizarle la seguridad, el financiamiento, la productividad a esa mayoría”.

Pedro, el guardabosque de Sauni As, menciona una situación similar en la comunidad de Sabawas, relata que cuando hicieron la verificación para las votaciones del 2021, “alrededor de 240 colonos fueron verificados y solo como 45 mayangnas estaban habilitados para votar.”

La nueva fiebre del oro a costa de la vida

En el territorio mayangna Sauni As ante la falta de alternativas de subsistencia y fuentes de ingresos permanentes, la güirisería se ha convertido en una oportunidad para muchos comunitarios, pero esta actividad es acaparada por los colonos quienes una vez que invaden el territorio, desplazan a los comunitarios.

Los conflictos más recientes han surgido principalmente por la minería ilegal que han establecido los colonos, “aunque la problemática principal y en mucho de estos conflictos generados ha sido el tema de la expansión ganadera, actualmente el tema tiene que ver con el control sobre lo que ellos llaman los puntos de güirisería,” advierte un académico y activista ambiental que ha trabajado en la zona.

Kiwakumbai, Kimakwas y Sulun son puntos de minería artesanal en el Territorio Mayangna Sauni As, donde comunitarios han dejado de trabajar por la presencia de colonos armados. Uno de los últimos ataques ocurrió el 23 de agosto del 2021 en el cerro de Kiwakumbai donde fueron asesinados al menos once comunitarios mayangnas que trabajaban en esa mina.

Posteriormente el 4 de octubre de 2021 en el cerro Kimakwas fue asesinado Martiniano Macario Julián Samuel de 41 años y originario de la comunidad Wilú, en ese entonces la policía argumentó que sujetos desconocidos motivados por rencillas personales y con el propósito de apropiarse por la fuerza de puntos de gürisería, agredieron con armas de fuego y arma cortopunzante a Martiniano y se dieron a la fuga.  

La versión de uno de los guardabosques es que Martiniano lavaba oro en este punto de gürisería, cuando llegaron colonos del sector conocido como Séptimo Campamento, jurisdicción de Jinotega. “Llegaron los colonos a eso de las cuatro de la tarde, lo capturaron y lo asesinaron en el lugar”.

El activista ambiental, quien conoce el corazón del territorio Sauni As,  refiere que cada vez se está moviendo más gente hacia estos puntos de extracción de oro, y advierte que “cuando uno revisa los datos a nivel de exportaciones, uno se da cuenta que el oro ha venido desplazando a la carne como producto de exportación, entonces eso dice mucho”.

Lo expuesto coincide con los datos de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), que en su Informe de Exportaciones 2021, indica que, en el periodo del 1 de enero al 31 de octubre de ese año, las exportaciones de oro se ubicaron por sobre la carne de bovino, el café y el azúcar.

De acuerdo a APEN, Nicaragua exportó durante este periodo, 13 mil 014 kilogramos de oro, por un valor de 728 millones de dólares, cifras superiores a las exportaciones reportadas durante el mismo periodo del año anterior (2020), cuyo peso exportado fue de 10 mil 039 kilos, equivalente a 542 millones de dólares, para una diferencia de 185.74 millones de dólares.  Paralelamente, según los datos de APEN, el oro ha incrementado su precio internacional.

Vea también: Nicaragua se ha convertido en un distrito minero

Las cifras que reflejan un incremento interanual significativo en las exportaciones de oro son a la vez un indicador de que la actividad minera también está experimentando crecimiento, lo que explica de alguna manera que la fiebre por el oro es uno de los principales detonantes de los conflictos por la invasión de tierras en los territorios indígenas.

De acuerdo al activista, el fuerte avance de la actividad minera está despertando el interés de diversos actores, y la situación de impunidad que predomina, favorece que más gente se involucre. “Ahí se mezclan intereses y desgraciadamente esos intereses no se pueden separar en términos étnicos, no se puede decir que solo lo mestizos, o solo los miskitos, o solo los mayangnas están participando, porque al final lo que sucede es que la misma situación de impunidad, crea el ambiente para que más gente se vaya involucrando” sentencia.

Pese a que todos los grupos étnicos están participando en la dinámica de tratar de adueñarse de los puntos de gürisería, existe una asimetría en el tratamiento o respuesta que dan las autoridades a los conflictos que se generan. “la mayoría de los mestizos no son perseguidos ni procesados, y tienen armas caras que requieren de permisos especiales”, afirma la fuente, y añade que mientras que a los mayangnas les quitaron todas sus armas, que eran armas viejas que han usado desde hace años y que no estaban en las mejores condiciones, “son rifles de cacería que también usaban para hacer sus patrullajes como guardabosques. Llegó la policía y se las quitó” relató.

Por otra parte, existe una diferencia en las prácticas de extracción de oro que hacen los indígenas en comparación con los métodos que usan los colonos.  La primera es una minería artesanal de subsistencia y rudimentaria, mientras que los colonos con una intención de lucro, utilizan herramientas más sofisticadas y productos químicos que ocasionan mayor daño ambiental.

Si bien el asunto de la explotación minera ha tomado fuerza, no significa que la actividad ganadera ha decaído, en absoluto, advierte la fuente. El activista relata que “el avance de la actividad ganadera es algo que se mantiene y está llegando tanto desde el sur, el oeste y desde el centro, pero también por el norte.” La fuente ha tenido conocimiento que, por la parte norte, ingresan ganaderos del departamento hondureño de Olancho, fronterizo con territorios miskitos: “Ganaderos olanchanos están invirtiendo ahí o están pagando a gente para que se meta y tengan cuidadores y toda la cosa” asegura.

Impunidad favorece a mestizos

“Ningún mayangna se siente en la confianza de decir, hombre voy a ir a traer mi leña, voy a ir a conseguir pescado, voy a ir a conseguir yuca”, señala Pedro el guardabosque. Este relato encarna el miedo que viven las personas en todo el territorio de Sauni As.

Pedro refiere que la complicidad de las instituciones del Estado no ayuda a frenar el problema. “Hasta el Ministerio de Educación del municipio de Bonanza, entregó paquete escolar en el sector de Pis Pis abajo en el mero territorio de Sauni As, entregaron zinc, escuelas, entonces el Ministerio de Educación está involucrado en la venta y tráfico de tierras, las alcaldías, los secretarios políticos y los Concejos Regionales” afirmó.

El guardabosque recuerda una serie de casos que su criterio han quedado impunes, como fue el asesinato del guardabosque Elias Charly, “la policía hizo investigaciones, pero no dio seguimiento, aunque los familiares pidieron que se hiciera justicia” recordó.

Relata que en 2017 habitantes de la comunidad Wilú se refugiaron en Musawas ante las amenazas de colonos. Una situación similar pasó con los ataques que realizaron colonos en la comunidad de Sauwis, “la policía llegó, hizo investigaciones y tampoco dio seguimiento, ningún colono está detenido”. La impunidad también ganó en los ataques a la comunidad de Betlehem en donde salieron tres comunitarios heridos, “uno fue amputado de la pierna izquierda por la falta de atención inmediata, el joven se llama Casiro Teylor de 35 años” lamentó Pedro.

En la siguiente línea de tiempo muestra los hechos violentos perpetrados por colonos en territorios mayangnas

El 13 de febrero de 2022 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), solicitó al gobierno de Nicaragua adoptar medidas para salvaguardar la vida y la integridad personal de las personas indígenas de las comunidades Musawas, Suniwas y Wilú del Territorio Mayangna Sauni As.  

En la resolución la CIDH destaca que la representación indígena relató que el Estado  de Nicaragua desde el 2010 posee una investigación que recoge un total de  339 casos de invasión y titulación ilegal de tierras de parte de colonos en los territorios mayangnas Sauni As y Sauni Bas. “Cada caso habría sido debidamente documentado por los gobiernos territoriales de las zonas y denunciados al entonces jefe de la Policía del Triángulo Minero, pero la representación desconocería por qué no se tramitaron las denuncias” dice el documento.

Lo que explica la resolución de la CIDH, se repite cada vez que los comunitarios buscan justicia, así lo expone el activista ambiental, quien relata que durante una de sus visitas a Sauni As,  se encontró con la novedad de que comunitarios mayangnas habían expulsado de sus tierras a un grupo de colonos. Recuerda que en esa ocasión los comunitarios formaron una comisión que se dirigió a Bonanza a poner la denuncia, “tardaron dos días en recibírselas, les ponían tácticas dilatorias, todo un alargamiento burocrático que los obligó a estar ahí”.

Un indígena mayangna expresa su sentir respecto a la falta de accionar de la policía ante las denuncias sobre ataques perpetrados por colonos armados a las comunidades del territorio Sauni As. Foto: Cortesía Comunitarios Mayangnas.

Guardabosque defiende su territorio

La búsqueda de protección de sus tierras y sus vidas motivó a lideres comunitarios a organizarse y formar grupos de guardabosques voluntarios. La figura de los guardabosques fue creada en 2019 por las mismas comunidades y territorios a raíz de que se incrementó la invasión de colonos, “se organizan en todos los territorios mayangnas como una institución sincrética, porque no es tradicional”, refiere el jurista consultado para este reportaje.   

En el caso de Sauni As, ante la creciente invasión de colonos, se da la organización de los guardabosques durante la administración del Gobierno Territorial Indígena (GTI) saliente, explica la fuente.  Refiere que en ese momento Gustavo Lino (hoy expresidente del GTI) apoyó a un equipo de guardabosque autoconvocados, el cual estaba conformado por unas 80 personas.

El jurista relata que este grupo surge en 2019, pero se fortalece a partir de enero del 2020, luego del ataque de colonos armados en la comunidad de Alal en el corazón del territorio Sauni As, en el que fueron asesinados tres comunitarios y tres más resultaron heridos.

Después del ataque el Gobierno Territorial empezó a apoyarlos financiando algún utilaje para que estos pudieran realizar patrullaje.  En este sentido la fuente relata que el GTI llegó a un acuerdo con la Policía para que conjuntamente apoyaran a los guardabosques con uniformes, algunos suministros logísticos y comida, “tuvieron un acercamiento con la Policía, inclusive participaron en proceso de adiestramiento, de autodefensa” afirma. Sin embargo, no se les permitió usar armas, “algunos solo tenían armas de cacería, las que usaban para hacer los recorridos” asegura.

En contraposición, el abogado refiere que “los colonos cuentan con armas y tienen recursos suficientes”, esta situación pone en desventaja a los comunitarios, quienes en varias ocasiones han sufrido ataques por parte de colonos armados, “han sido emboscados y asesinados brutalmente” acotó la fuente.

Con el tiempo la primera organización de guardabosques se dividió por tensiones internas, cuando el mismo Gustavo Lino, presidente del GTI, pierde credibilidad al ser cuestionado por su presunta participación en actividades de venta de tierras.

Actualmente existe un grupo de guardabosques voluntarios en Sauni As, sin embargo, este no es tan numeroso, y está desvinculado del apoyo institucional que antes tenían, “son parte del mismo grupo inicial, pero se apartaron y están trabajando por su cuenta ante las irregularidades de la autoridad territorial. Trabajan por iniciativa propia, porque ellos quieren al menos cuidar, proteger su territorio”.

El abogado mayangna confía en que las nuevas autoridades territoriales, electas se preocupen por “revivir y unificar a los guardabosques”. El nuevo Gobierno Territorial de Sauni As, fue electo el 22 de enero pasado durante una asamblea celebrada en el municipio de Bonanza, en la que participaron 800 mayangnas de 24 comunidades que conforman el territorio.

Un comunitario que participó en la asamblea expresó que pese a conocer que los electos son afines al partido sandinista, tienen confianza en las nuevas autoridades, “creemos que la política es una cosa, el territorio es otra cosa, ellos se comprometieron a trabajar por el territorio, a trabajar con el pueblo sin ver color político, lo han dicho en diferentes reuniones con la gente y la gente está confiando en ellos.”

Comunitarios mayangnas de Sauni As, durante la Asamblea desarrollada en el Polideportivo de Bonanza el 22 de enero pasado para elegir a sus autoridades territoriales. En la actividad participaron unos 800 indígenas de las 24 comunidades que conforman el Territorio Sauni As.  Foto: Cortesía Comunitarios Mayangnas.

Guardabosques comunitarios se reorganizan

El nuevo Gobierno Territorial y los Gobiernos Comunales del Territorio Sauni As convocaron a la población de las diferentes comunidades que conforman el territorio a una asamblea para unir esfuerzos de cara a la reorganización de los guardabosques, luego que estos demandaran apoyo a las nuevas autoridades, según relataron comunitarios a Onda Local.

“Es un esfuerzo conjunto en el que tenemos esperanza, solo organizados y con el apoyo del gobierno territorial podremos ir resolviendo nuestra problemática ante la constante invasión de colonos” dijo uno de los guardabosques voluntarios.

La asamblea fue realizada en Musawas el 28 de febrero pasado, y a esta asistieron unos 200 comunitarios que desempeñarán el rol de “Guardianes de la Biosfera Sakawaya” nombre que han adoptado en este esfuerzo por reorganizarse. Sakawaya es un acrónimo formado por las palabras mayangnas tierra, agua y unidad, explicó el guardabosque.

En la asamblea eligieron un coordinador por cada sector que conforma el territorio Sauni As, cada coordinador tiene su suplente. Por el momento hay cuatro coordinadores electos, ya que en la asamblea hubo ausencia de un sector, pero este se unirá posteriormente, dijo el guardabosque.

De acuerdo a la fuente los coordinadores electos son: Efraín Patrón Betran del sector Waspuk Abajo, Ramón Fritz Jacobo, del sector Waspuk Arriba, Reimilio Taylor Romero del sector Kahkah y Rener Hernández Lino, del sector Saubi.  “solo falta el sector de Pis Pis, pero ya se está organizando” aseguró. En la asamblea se acordó que cada coordinador hará un plan de patrullaje con los jefes de cada sector.

El líder indígena dijo que los guardabosques tendrán apoyo permanente del Gobierno Territorial, aunque no precisó en qué consistirá este apoyo, afirmó que los comunitarios ven voluntad en sus autoridades, lo que ha generado confianza en las comunidades. En la misma vía señaló que se están estableciendo coordinaciones entre el Gobierno Territorial y la Policía “para que agentes policiales acompañen los patrullajes cuando sea necesario”.

De “GTI” a “GTA”

Por otra parte el líder comunitario, mencionó que en el seno del Concejo Regional se realizó una reforma a los estatutos del Gobierno Territorial Indígena (GTI) en el que este pasó a denominarse Gobierno Territorial Autónomo (GTA), según el líder esto ha sido una demanda del pueblo mayangna de Sauni As,  “la propuesta de cambiar el nombre sale del pueblo, es el pueblo que decide hacer el cambio, los lideres comunitarios junto al Gobierno Territorial hicimos consultas en las comunidades y luego mediante asamblea se aprueba reformar el nombre” aseguró.

Con el cambio de nombre también se cambió la cantidad de miembros del Gobierno, el que estaba conformado por siete cargos en la Junta Directiva y 9 concejales, “en la reforma quedaron 3 miembros de la Junta directiva y 8 concejales.”

Autoridades convocan a asamblea interinstitucional

El 9 de marzo pasado se desarrolló una asamblea en Musawas, en la que participaron junto al nuevo gobierno territorial, los gobiernos comunales, representantes y delegados de diversas instituciones, entre estas la alcaldía de Bonanza, la Policía Nacional, el Ejército, la Procuraduría General de la Republica y MARENA; también estuvieron presentes el cacique de la Nación Mayangna y los secretarios políticos del partido gobernante (municipal y departamental).

Los comunitarios expresaron que durante la asamblea el GTA y demás autoridades participantes se comprometieron a trabajar coordinadamente por la defensa y la seguridad de las comunidades indígenas.

Habitantes de la comunidad Musawas, en el Territorio Sauni As, escuchan los planteamientos de la comisión interinstitucional que los visitó el 9 de marzo pasado. Foto: Cortesía Comunitarios Mayangnas.

El Ejército de Nicaragua a través de la nota informativa 008/2022, difundida el 10 de marzo, confirma la participación del coronel de Brigada, José Román Espinoza Iglesias, “con el objetivo de evaluar los problemas en los puntos críticos de las áreas protegidas, con el fin de fortalecer la protección de los recursos naturales y la seguridad de las comunidades indígenas”.

En tanto el Gobierno Regional Autónomo de la Costa Caribe Norte, divulgó en sus redes sociales que el Gobierno central, a través de una comisión interinstitucional, “realizó visita de presencia directa y Asamblea Territorial con el protagonismo de la Nación Mayangna, Gobierno Territorial, comunales y familias Mayangnas para fortalecer las acciones de protección a los recursos naturales y al régimen de propiedad comunal”.

Nos comunicamos con Brenda Taylor, vicepresidenta del nuevo Gobierno Territorial de Sauni As, para conocer más detalles de esta asamblea y sobre el cambio de denominación del GTI a GTA, además de las acciones que se están coordinando de cara al saneamiento del territorio, pero nos dijo que se encontraba en una iglesia y que nos atendería en una hora. La funcionaria indígena preguntó dónde se localizaba Onda Local y luego de eso no volvió a responder nuestras llamadas, pese a que le marcamos en reiteradas ocasiones.

Mientras las nuevas autoridades territoriales de Sauni As, empiezan a dar indicios de buena voluntad para implementar la etapa de saneamiento del territorio y los comunitarios le otorgan el beneficio de la duda, Pedro el guardabosque, prefiere no esperar sentado, porque sabe que los colonos asechan, él está alerta haciendo patrullajes.

La semana pasada subió junto a tres guardabosques más al cerro Kumapaita, ubicado a dos horas de Musawas y a 800 metros de altura.  Desde ahí observan el panorama sombrío que se posa sobre el denso bosque que da vida a Sauni As, pero que está en permanente riesgo de muerte. También desde ahí se ven a lo largo, los techos del caserío de varias de las comunidades que conforman el territorio, todas viviendo la incertidumbre por la casi inminente invasión de colonos.

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