Coches o berlinas de Masaya, un medio de transporte que aún se conserva

A casi un siglo de la llegada de las berlinas o coches a Masaya, este medio se continúa utilizando y aunque pareciera que en la actualidad es solo un atractivo turístico, para el historiador Silvio Ortega, siguen siendo la forma tradicional y representativa de esta ciudad.

El historiador expresa que los coches de caballos “sufren el embate de la modernidad”, ante la demanda del transporte urbano colectivo, en su mayoría de los taxis, “su mayor oponente”, asegura. No obstante, afirma que las berlinas recrean la vida de los masayas, su cultura y tradición, así como la lucha de muchos ciudadanos por sobrevivir y sacar adelante a su familia a través del servicio de coches.

Ortega describe que en las primeras décadas del siglo XX, existían en Masaya un promedio de cuarenta berlinas que acostumbraban a estacionarse en los alrededores de la estación del tren, del mercado municipal y cerca de las principales tiendas donde los propietarios esperaban a las personas que realizaban compras para “ofrecer el servicio”.

“A inicios de 1900, se acostumbraba que los aurigas (persona que conduce el coche) vistieran de saco blanco y pantalón azul, era una costumbre de la época. Hoy podemos observar esta costumbre solamente en el auriga de los coches fúnebres,  aunque otros visten totalmente de blanco con un gorra o quepis militar”, destaca.

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El transporte de los médicos

Entre las particularidades de los coches de Masaya, Ortega destaca que en décadas pasadas muchos de los médicos se transportaban en berlinas para visitar a sus pacientes enfermos. Para el historiador, Masaya era una ciudad “tranquila, quieta y menos agitada”, y permitía que los galenos hicieran sus diligencias montados en coches, sin atrasos y percances. 

“¿Quién no recuerda haber visto al doctor Fernando Padilla,  o al doctor Dr. Humberto Alvarado, yendo con su traje blanco, con un maletín negro en la mano y montado en un coche para ir a visitar a sus enfermos?”,  rememora Ortega. 

 Actualmente, la ciudad de Masaya es un referente en el servicio de coches de caballos al prestar las condiciones para que la ciudadanía haga uso de este medio de transporte para realizar sus diligencias a un menor costo, comparado al pasaje de un taxi, y a diferencia de la ciudad de Granada donde las berlinas son utilizadas especialmente para turismo.

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Avance del tiempo aumento del costo 

Carlos Mercado, de 48 años de edad, quien es reconocido por su trabajo como cochero en Masaya, una labor que aprendió de sus padres, asegura que durante 30 años logró sacar adelante a su familia con este oficio. Afirma que aprendió a valorar el esfuerzo del trabajo y las necesidades de todos, en referencia a las dificultades económicas que atraviesan muchas familias de esta ciudad.

Ortega, señala que el precio del servicio inició en 50 centavos de córdobas, que en ese tiempo equivalía al costo de una taza de sopa de mondongo, en tanto, Mercado recuerda que en sus inicios él cobraba 1 córdoba por persona.

“Cuando yo nací, ya existían los coches. Mi papá tenía coches y así empecé (en este oficio). Es un medio de trabajo. Conforme el tiempo pasa el costo del pasaje cambia, comencé (cobrando) un peso, después cinco pesos, ahora vale 20”, asegura Mercado, quien cada día dedica 4 horas al trabajo como cochero.