Nicaragua: Bosques arden en diferentes puntos del territorio nacional

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No dejan de arder algunos sectores de la Reserva Biológica Marina de Cayos Miskitos y la Reserva Biológica Indio Maíz. • Foto: Pixabay

Los incendios forestales están abrazando mortalmente los bosques en Nicaragua. Las lenguas de fuego se expanden por los cuatro puntos cardinales, siendo el Caribe Norte, Occidente y Las Segovias, los territorios más afectados.

El más reciente monitoreo de incendios en Nicaragua, elaborado por la Fundación del Río, con fecha del 14 de abril de 2024, advierte que “en lo que va del año, existe un acumulado de 888 incendios con un área quemada 287,792 hectáreas en todo el país”.

La Fundación del Río señala que los datos incluidos en su reporte se basan en el análisis de los diversos sistemas satelitales de información de monitoreo de incendios forestales.

Los datos presentados por la organización ambientalista son bastante similares a los que destaca el diario español El País este 15 de abril. El medio señala, citando el mapa de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitarias Europeas (DG ECHO, por sus siglas en inglés), que entre el 1 de enero y el 9 de abril, Nicaragua llevaba 289,709 hectáreas quemadas.

Asimismo, resalta que los incendios forestales en Centroamérica, hasta principios de este mes, han registrado un aumento significativo respecto al año anterior. “Nicaragua es el país con más hectáreas quemadas, seguido de Guatemala y Honduras” advierte la publicación.

El mapa global de Incendios del programa de observación Fire Information for Resource Management System (FIRMS), de la NASA proporciona información en tiempo real sobre los incendios que se desarrollan en el planeta.  El mapa de la gráfica muestras el estado de los siniestros en Nicaragua durante las últimas 24 horas. Foto: NASA

 

Territorios más impactados

EL reporte de la Fundación del Río señala que la mayor cantidad de puntos de calor se concentran en la región autónoma de la Costa Caribe Norte y Sur del País, y la región de Occidente (León y Chinandega), pero advierte que los territorios miskitos asentados en el municipio de Prinzapolka, son los que más han sido impactados, en lo que va del año en este municipio las llamas han devorado más de 43,000 hectáreas.

La zona de Las Segovias es otra de las más afectadas. La fundación ambientalistas advierte que, en esta parte norte del país, se han generado al menos dos importantes áreas de impacto, la primera a 10 kilómetros al noroeste de la ciudad de Ocotal, con un área de 1,923 hectáreas quemadas afectando en uno de sus bordes la Reserva Natural Serranía Dipilto - Jalapa y la segunda se ubica a 7 km al oeste de la ciudad de El Jícaro con un área de 676 hectáreas quemadas.

Una vida apagada

Lamentablemente las llamas ya cobraron la primera víctima humana. Medios locales reportaron que el pasado viernes 12 de abril, el joven José Amaya Jarquín, de 22 años, quedó atrapado entre las llamas cuando participaba como voluntario de las brigadas contra incendio en el municipio de Dipilto, en Nueva Segovia.

Amaya Jarquín se unió a las brigadas que hacían esfuerzos por controlar un incendio forestal registrado en el Cerro  La Coquimba en ese municipio, en el que hasta la fecha los bosques de pinares siguen ardiendo.

Áreas protegidas “desprotegidas” ante la voracidad de las llamas

La Fundación del Río reporta que las áreas protegidas con mayor incidencia de incendios son, la Reserva Natural de Bosawás con un área quemada de 9,039 hectáreas. La Reserva Natural de Wawashang con un área quemada de 3,528 hectáreas y la Reserva Natural Volcán Cosigüina con 1,722 hectáreas.

También se han visto afectadas por incendios y quemas agrícolas las Reservas Naturales, Cerro Cola Blanca, Cerro Santa Cruz, Limbaika, Cerro Silva, Cerro Punta Gorda, Cerro Quiebuc – Las Brisas.

De igual manera las llamas están haciendo de las suya en el Complejo Volcánico Momotombo – Momotombito, Complejo Volcánico Telica-Rota, Complejo Volcánico San Cristobal – Casitas – Chonco y Delta del Estero Real.

No dejan de arder algunos sectores de la Reserva Biológica Marina de Cayos Miskitos y la Reserva Biológica Indio Maíz.

El Sistema Nacional de Prevención de Desastres (SINAPRED), advierte que estos incendios son recurrentes, “producto una mala práctica endémica que falsamente establece las quemas como una forma de preparar la tierra para el siguiente ciclo agrícola”. Asimismo, señala que esto se manifiestan generalmente entre los meses de diciembre y mayo.

Impacto en el ecosistema

De acuerdo al sitio especializado EOS Daya Analytics, un incendio forestal es un proceso natural que puede beneficiar la salud de los bosques, sin embargo, también puede ser un evento devastador.

El sitio advierte que además de destruir los hábitats, la contaminación por incendios forestales es una de las principales preocupaciones, dado que la liberación de dióxido de carbono a la atmósfera contribuye al calentamiento global.

“El paisaje quemado es más susceptible de sufrir otro incendio en el futuro. Los incendios repetidos en una misma zona en los bosques tropicales pueden provocar una importante disminución de la biodiversidad y la degradación del suelo” señala la fuente.

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