Feminicidio en Hospital Militar revela que no hay lugar seguro para mujeres

Erika Martínez fue asesinada por Giovanni Fonseca en el Hospital Militar de Managua. Martínez lo había denunciado por violencia de género. La orden de alejamiento no fue suficiente para evitar el feminicidio. 

Hasta la tarde del 22 de agosto, casi un día después del feminicidio, la Policía Orteguista y las autoridades del Hospital Militar, no se habían pronunciado. Aunque ha trascendido públicamente que el feminicida fue detenido. 

Las versiones señalan que Fonseca se encerró con Martínez, quien era su pareja, en la capilla del hospital y la asesinó con un puñal. 

Se sabe que para entrar al Hospital Militar hay un riguroso control de seguridad. Sin embargo, el feminicida ingresó el puñal con el que asesinó a su pareja. 

Una integrante de la organización Católicas por el Derecho a Decidir dijo que, el feminicidio de Martínez, es el número 53 que ocurre en lo que va de 2024. Por su parte, El Grupo Venancia afirmó que este crimen demuestra que aún en “espacios donde se supone que hay revisiones y controles de seguridad”, las mujeres no están seguras. 

“Sabemos que el momento de la separación es uno de los más peligrosos para las mujeres, ya que algunos reaccionan con violencia al no aceptar la decisión de sus parejas. Demandamos que se haga justicia y este femicida pague por arrebatarle la vida a Ericka. Hay demasiados machos agresores sueltos que actúan impunemente”, señala la organización. 

Según familiares, Martínez había denunciado a Fonseca obteniendo una orden de alejamiento por violencia de género.  “Ellos ya no tenían una relación sentimental, pero él (Fonseca) la acosaba y la amenazaba”, dijo uno de los familiares.