Ángel Gahona, símbolo de la resistencia del periodismo en Nicaragua

El 21 de abril de 2018, una vez más, el periodismo independiente nicaragüense se llenó de luto e indignación. Ocurrió lo que se estaba tratado de evitar, el asesinato de otro periodista.

Ángel Gahona López nunca imaginó que mientras ejercía su profesión grabaría sus últimas palabras. “Pueden ver la puerta y las paredes de lo que es el cajero del Banpro (Bluefields), totalmente destruidas”, fue lo último que dijo. Dos proyectiles de arma de fuego le provocaron la muerte. Han transcurrido dos años, desde que la represión de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo le arrebató la vida, igual que a otras 327 personas que participaban en las protestas.   

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“Hace dos años que la Policía Orteguista mató a mi papá, Ángel Gahona, mi mamá y yo continuamos exigiendo justicia y la captura del asesino, expresó Amanda Migueliuth, hija de Ángel Gahona, a través de un vídeo de Facebook. El asesinato de Gahona al igual que el de los demás mártires de abril, sigue impune y aunque el sistema de justicia no ha esclarecido este caso, sigue vivo en la memoria de Nicaragua y del gremio periodístico que informa comprometidamente a la población.

Elizabeth Romero, periodista nicaragüense, señala que el crimen contra el periodista Gahona dejó al descubierto lo vulnerables que son los periodistas mientras ejercen su labor, “como periodistas sufrimos cualquier tipo de agresiones o atentados en el ejercicio de la profesión”.

“La muerte de Gahona conmocionó al periodismo, fue como un rayo en seco, sin lluvia porque nadie lo esperaba, sin embargo, fortaleció la moral del resto de periodistas, envalentonó con dolor”, expresó el periodista Juan Ramón Huerta.

En los últimos meses, los periodistas han demostrado valentía y responsabilidad con la ciudadanía, a pesar de ser víctimas del exilio, persecución y censura; intentos del régimen por evitar que exista un pluralismo de voces independientes, contrario a ello, en la población se mantiene viva la llama por alcanzar las libertades públicas.

Huerta, señala que uno de los principales retos del periodismo nicaragüense es evitar otro Gahona, “seguir haciendo este periodismo que Gahona hizo florecer al costo de su muerte; fortalecer el ámbito ético, no enriquecerse ni hacer gala de egos a costa de la sangre de este hombre que cargaba su camarita sin saber que un balazo lo apagaría, ser consecuente con el ejemplo de Gahona, ser perseverante y audaz, pero cuidadoso”.

“El periodismo nacional tiene como reto no claudicar pese a los intentos del poder por evitar que la población conozca lo que ocurre en el país, seguir denunciando las violaciones de derechos humanos contra la población, la corrupción, entre otros”, asegura Romero.

El asesinato de Ángel Gahona, es la expresión de la violencia extrema contra la prensa independiente de Nicaragua; el gremio tiene la convicción de que la justicia algún día llegará y que mientras el periodismo resista en esta lucha se seguirán exponiendo las demandas de la población, porque “No se mata la verdad, asesinando periodistas”.