En Nicaragua, el Día de Acción por la Salud de las Mujeres nos encuentra en dictadura

Luego de largas décadas de resistencia, las feministas seguimos enfrentando a la dictadura desde todas las trincheras; ya desde los peores días de represión, bajo asedio, persecución, desaparición, exilio y encarcelamiento, hemos denunciado las prácticas criminales de la dictadura que no solo quitó la libertad, sino que torturó e hizo abortar por violación a varias prisioneras políticas, enarbolando el discurso del amor cristiano y solidario.

En Nicaragua las muertes maternas son desconocidas, ocultadas o enmascaradas en las estadísticas, los 195 femicidios de los últimos tres años se conocen por el registro de las organizaciones de mujeres, la feminización del VIH y el Sida, especialmente en las adolescentes, ha dejado de mencionarse desde una década atrás, lo mismo las muertes por cáncer, por aborto clandestino e inseguro o por negligencias médicas.

El sistema patriarcal, el Estado misógino, la indiferencia social y la desvalorización de los cuerpos de las mujeres desde que nacen hasta el último día de sus vidas, prevalece en el segundo país más pobre del continente.

La moral católica tradicional ha promovido de forma permanente que la maternidad es el destino supremo de las mujeres, al presentar como virtudes femeninas por excelencia el servicio generoso a los demás y la disposición a dar vida, careciendo de la protección que el Estado, las comunidades o sus familias están obligadas a brindarles. Imitar el mandato virginal para asumir en silencio su destino materno, paradójicamente, hace coincidir el discurso católico tradicional con el discurso de los “revolucionarios” de izquierda.

Luchar por la salud de las mujeres y su sobrevivencia en condiciones adecuadas para enfrentar los retos de la edad adulta y la vejez, pasan por reconocer la #DignidadDeUnPuebloConSalud:

  • Que el personal de salud reconozca los derechos sexuales, los derechos reproductivos y el derecho de las mujeres a tomar decisiones informadas. Se garantice el parto humanizado y se erradique la violencia obstétrica. Que se garantice la prevención y atención del aborto inseguro y sus consecuencias.
  • Que el acceso a métodos anticonceptivos seguros sea para ambos sexos. Que las personas de la diversidad sexual y transgéneras cuenten con servicios integrales de salud, y que la atención se brinde sin discriminación, a mujeres, niñas, personas con discapacidad.
  • Que se disponga de personal capacitado en la atención a víctimas de violencia de género, abuso y violencia sexual, así como programas de prevención y atención del VIH/Sida, de prevención del cáncer, con atención integral y tratamiento completo.
  • Que se realicen auditorías médicas determinando responsabilidades y sanciones ante malas prácticas médicas que causan muertes y complicaciones en el sistema de salud público y privado.
  • Que sea reintegrado el personal de salud despedido por la dictadura. Que se garantice la libertad sindical, la formación basada en méritos y que se erradique la contratación por afiliación partidaria.
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