“Desde el inicio de las expulsiones en 2023, más de 400 personas habían perdido el acceso a sus bienes, veían restringidos sus derechos y libertades” refiere el informe.
El 30 de mayo de 2018, 19 personas fueron asesinadas por policías y paramilitares, en las marchas que se dieron en Managua y otros municipios de Nicaragua.