Los “pequeños grandes” de Nicaragua

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Nicaragua clasificó a la Serie Mundial de Pequeñas Ligas por primera vez desde el año 1970 • Foto: Little League

La selección de Nicaragua en la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas de Baseball finalizó su participación el pasado miércoles 24 de agosto ante Curazao.

De la mano de una participación formidable del lanzador caribeño, Davey-Jy Rijke, quien propinó 15 ponches en el juego, los “pinoleritos” se despidieron de la competición, no sin antes haber dejado el nombre de nuestro país en alto.

Luis García se encargó de dar el último grito de algarabía a la fanaticada nicaragüense presente en Williamsport, lugar donde se realizó este torneo, pegando un home run solitario en el cierre de la sexta y última entrada del encuentro. El marcador final quedó 7 carreras contra 2.

¿Cómo lograron clasificarse?

Del 3 al 10 de julio se realizó en Managua, el Campeonato de Béisbol Latinoamericano Williamsport 2022. Dicho campeonato otorgaba un cupo directo para la Serie Mundial de Pequeñas Ligas.

Para este torneo, siete fueron las selecciones participantes: Venezuela, Honduras, Costa Rica, y dos equipos de Nicaragua. En este caso, Nicaragua “A” estaba representada por el departamento de Chinandega, y en Nicaragua “B” formaron parte los niños de la Academia ubicada en el barrio 14 de Septiembre en Managua.

Luego de varios días de acción en los estadios Roberto Clemente y “ENEL”, ambos en Managua, la tropa de Nicaragua “B” y la selección de Venezuela eran los equipos que lograron llegar a la gran final.

Con la localía a su favor, y un gran nivel mostrado por los chavalos, la “B” noqueaba 10 carreras por 0 a su similar de Venezuela. De manera oficial, la Azul y Blanco conseguía clasificarse para el Williamsport por primera vez en más de 40 años. La última vez que Nicaragua había participado en este certamen, fue en el año 1970.

Un mal inicio, pero con buen desenlace

El 17 de agosto marcaba el inicio de la travesía pinolera en el máximo escenario del baseball infantil. Toda Latinoamérica estaba representada por la novena nicaragüense, y así fue. De manera oficial, Nicaragua salió con el nombre de “Latinoamérica” en cada uno de los partidos que disputó en el torneo.

El primer rival para enfrentar era Curazao. Lamentablemente, los pinoleritos no pudieron ante los caribeños y cayeron por marcador 2-0 en su partido debut en la competición.

A pesar de la derrota, Nicaragua todavía no estaba eliminada, solamente se movía de “zona”. En esta zona, la Azul y Blanco ya no iba a poder optar por llevarse el título de campeón, pero tenía una última oportunidad de continuar con vida en Williamsport.

Con dicha vida, los chavalos aprovecharon cada minuto. Luego de su derrota con Curazao, la novena nicaragüense se enfrentó a Puerto Rico, y como si se tratase de un simple paseo por el parque, la Azul y Blanco vencía 3-1 a la tropa boricua.

Con su primera victoria en su primera participación desde el lejano 1970, el siguiente contrincante para nuestros peloteros era Japón, 1 de 6 países fuera de los Estados Unidos, en ser campeón de esta competición.

El partido inició el domingo 21 de agosto y tuvo que suspenderse en la parte alta del tercer inning debido a condiciones climáticas que impedían el desarrollo del juego. Hasta este punto, la selección pinolera llevaba la ventaja por la mínima, 1-0.

Para el siguiente día, lunes 22 de agosto, lo que más sobró fue drama. En una larga faena que duró 11 episodios con cambios de ventaja, batazos claves, y un home run de Dereck Alonzo que mantuvo a Nicaragua en el partido, los pinoleritos vencían 8 carreras a 7 a una potencia en el baseball a como es Japón.

Cabe destacar que este partido quedó registrado como el más largo en la historia de la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas con una duración de 3 horas y 35 minutos.

Luego del que fácilmente puede ser candidato al mejor partido del torneo, Nicaragua hizo lo que quiso ante la selección de Panamá, arrollándola por marcador 8-1. La Azul y Blanco continuaba con vida un día más en Williamsport.

Después de la vapuleada ante el país canalero, Nicaragua tenía una cita con su némesis, Curazao. Lastimosamente, al igual que en el primer partido, Curazao fue más que los pinoleritos, y con esto, la Azul y Blanco perdía su segundo partido y quedaba eliminada de la competición.

Con la frente en alto

La participación de la tropa nicaragüense a lo largo de esta Serie Mundial de Pequeñas Ligas fue majestuosa. Los niños de la Academia en el barrio 14 de septiembre han sido el claro ejemplo que la pasión, mezclada con un poco de esfuerzo y apoyo, son capaces de conseguir grandes cosas.

Nicaragua se despidió del campeonato cuatro días antes de su final, pero la actuación protagonizada por la novena nicaragüense quedará impregnada como un sello en la ciudad de Williamsport por los siguientes meses, hasta que la Azul y Blanco vuelva a pisar los diamantes en la ciudad deportiva del estado de Pensilvania.

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