Talleres de rosquillas con dificultades para producir y comercializar

El incremento sostenido en el precio del queso durante el 2023, junto con las dificultades para la comercialización de las rosquillas mantiene en “apuros” a las propietarias de más de 40 fábricas artesanales de este producto, en el barrio Las Piedras en el municipio de Rivas. 

De acuerdo con una de las dueñas de las fábricas de rosquillas, el encarecimiento del queso ha sido lo más agobiante para ellas, porque les limita la producción.

“Trabajamos la mitad de lo que hacíamos antes, generamos menos trabajo porque ya no contratamos personas fuera de la familia para la producción y donde éramos siete mujeres haciendo rosquillas ahora solo estamos tres”, explicó. 

Otra de las dueñas de una fábrica indicó, que no se pueden arriesgar a producir el medio quintal de maíz que se hacía en años anteriores debido a que hay poco movimiento de la gente que enviaba rosquillas a sus familiares en Costa Rica. 

Agregó que espera que ahora en diciembre, con la llegada de nicaragüenses que ingresan por Peñas Blancas a pasar navidad y fin de año con sus familiares, se mejoren las ventas.

Así mismo, otra propietaria consultada  explicó que las pulperías han dejado de comprar rosquillas para venderlas en sus negocios, y solo quedan unas clientas que compran entre dos mil a tres mil córdobas del producto y lo venden a comerciantes de Granada, Carazo y Masaya.

Elena Fonseca tiene de 63 años y recuerda que cuando era pequeña “por un córdoba daban 10 rosquillas, después en los 90 daban cuatro, en  2018 se compraban a cinco riales (50 centavos de córdobas), y en este año pasaron a un córdoba cada rosquilla”, apuntó

La propietaria de una pulpería de uno de los barrios rivenses, comentó que recientemente volvió a incluir rosquillas en su negocio, porque la gente comienza a preguntar por este producto, y a pesar que valen un córdoba, los clientes no pueden resistir la tentación de disfrutarlas.