Mujeres nicaragüenses vulnerables dentro y fuera del país: alarmantes cifras de femicidio en el extranjero

La violencia machista no conoce límites y sigue marcando la vida de familias nicaragüenses dentro y fuera del país; en los primeros seis meses del año 50 mujeres les fueron víctimas de femicidio según cifras del Observatorio Voces de Católicas por el Derecho a Decidir.

De total de femicidios 36 ocurrieron en Nicaragua y 14 en el extranjero, una cifra que ha despertado alarma entre feministas y defensoras que temen a que estos puedan incrementarse tomando en cuenta la migración masiva. El 2022, finalizó con 68 femicidios de los cuales 57 fueron perpetrados en el interior del país y 11 en el exterior, según datos del mismo observatorio.

“Las mujeres (que viven) en el extranjero están doblemente desprotegidas. Estamos ante una problemática de violencia que no para y que no tiene límites, el Estado las desprotege tanto dentro como fuera del país”, dijo una defensora bajo la condición de anonimato por temor a represalias.

En esa misma línea, la socióloga y feminista, María Teresa Blandón indicó que en teoría cada país tiene sus propias leyes contra la violencia que “deberían ser aplicada en todos los casos”, sin embargo, dijo que “hay una marca xenófoba que hace que no se atiendan las demandas o se atiendan tardías las demandas de las mujeres migrantes, sobre todos los que están en situaciones irregulares”.

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Mujeres migrantes vulnerables 

Blandón explicó que en muchas ocasiones ocurre que las mujeres migrantes “no acuden a los servicios policiales porque tienen miedo que las deporten, y hay poca información o desconocen en países donde el idioma es distinto, las mujeres tienen más dificultades para conocer como es la ley y los mecanismos de atender denuncian”.

Otras de las razones por la que normalmente las mujeres migrantes, indicó Blandón es “el nivel de dependencia mayor que tienen porque no tienen empleo y se ven obligadas a vivir con sus agresores”.

Asimismo, aclaró que hay una serie de condiciones que hace que las mujeres estén en condiciones de vulnerabilidad y hace que sean “víctimas fáciles” de los hombres violentos debido a que “lamentablemente pareciera que los sistemas de integración centroamericana y de otras partes del mundo no han priorizado no hay una acción concertada por parte de los Estados para tener sistemas de información incluso homologar la legislación para que incluya a las mujeres migrantes”.

Blandón consideró que el problema en sí no es la migración sino el incremento de todas las vulnerabilidades que ya enfrentan las mujeres y que se ven multiplicadas cuando tienen que salir del país. “No hay estrategias ni políticas públicas en estos países, y en los de recepción de migrantes, no hay políticas especialmente encaminadas a atender a las necesidades y a proteger a las mujeres que migran”, advirtió.

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Nicaragua: Estado de violencia e impunidad

La feminista Blandón, que por años ha luchado incansablemente por los derechos de las mujeres, lamentó que en los últimos diez años la violencia machista ha aumentado no solo en cifras, sino “en la crueldad con la que estás mujeres son asesinadas”. Puntualizó que las defensoras han remarcado que los femicidios están compaginados con la cultura que insiste “en descalificar a las mujeres, en despreciarlas, en no reconocer sus derechos y sus propias capacidades de gestionar sus vidas y tomar sus propias decisiones”.

Blandón consideró, que las desigualdades contribuyen al incremento de los crímenes de odio contra las mujeres. “Cuando más pobre es una mujer más dependiente va a estar de las relaciones familiares, parejas, o va a vivir en condiciones de aislamiento, de redes de apoyo para poder pedir ayuda cuando lo requiera, o sea, son mujeres que no tienen recursos y no tienen voz porque digamos están en esa situación de pobreza y discriminación”, recalcó.

La especialista expone que en el país existe impunidad “de un Estado que no hace nada para proteger a las mujeres, que no tienen una ley clara porque la que hay (Ley 779) la distorsionaron de tal manera de que ya no nos sirve ni siquiera en la tipificación del femicidio”.

Finalmente, denunció que no hay política de prevención y atención a las víctimas: “lo único que ha hecho (el régimen) es engañar a la gente con esa famosa ley que establece la cárcel de por vida que como ya sabemos no resuelve. La polarización, la violencia que viene del Estado, la impunidad, y el incremento de la violencia en la propia sociedad constituye un círculo vicioso en donde las mujeres, niñas y niños van a ser las víctimas lamentablemente”, concluyó.