Calidh: el organismo de derechos humanos que acompaña denuncias a nivel internacional

Comprometidos con la defensa de los derechos humanos y con el anhelo de alcanzar la justicia internacional para aquellas personas pertenecientes a grupos vulnerables en América Latina, incluyendo Nicaragua, en marzo de 2022 nació en Argentina el Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (Calidh).

Recientemente este centro brindó asistencia jurídica a cuatro líderes estudiantiles que denunciaron al Estado de Nicaragua ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el despojo de su nacionalidad.

Calidh presentó el 2 de noviembre de 2022, una denuncia por delitos de lesa humanidad contra Daniel Ortega, Rosario Murillo y siete altos funcionarios ante los Juzgados Nacional Penal y Correccional número cuatro del Poder Judicial de Buenos Aires, Argentina. El secretario ejecutivo de Calidh, Danny Ramírez-Ayérdiz explicó que aunque el aporte ha sido pequeño ha sido con el único objetivo de alcanzar el restablecimiento de la democracia en Nicaragua.

“Nosotros somos pragmáticos, sabemos que estamos comenzando y nunca será suficiente nada de lo que hagamos ante la inmensidad de los crímenes que sigue cometiendo el régimen (...) de Ortega y Murillo. Hacemos lo que podemos, trabajamos hasta fines de semana y madrugadas a veces. Nosotros buscamos aportar un granito de arena al restablecimiento de la democracia y los derechos humanos en Nicaragua”, compartió Ramírez. 

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Acompañamiento en búsqueda de justicia 

Calidh está conformado por Jorge Alejandro Mamani, líder antirracista argentino, quien funge como presidente; Ramírez como secretario ejecutivo; Isabelia Ruíz Perdomo de Perú, secretaria adjunta, y dos voluntarios, un nicaragüense y un guatemalteco.

“Tenemos una asamblea y una junta directiva conformada por profesionales de distintas partes de Latinoamérica solidarios con Nicaragua. Siempre necesitamos manos y apoyo financiero para proseguir. Por casi un año trabajamos sin dinero, solo con el compromiso de nuestro equipo con Nicaragua”, indicó el nicaragüense Ramírez.

Enseguida recordó que nunca van a olvidar que el primer aporte que recibió Calidh provino de un exiliado que donó cincuenta dólares con los que lograron comprar papelería y tinta para una impresora. El organismo acompaña casos ante la CIDH y ante el Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

“Desde nuestra fundación este ha sido nuestro principal eje de trabajo, acercar a las víctimas a la justicia internacional. El proceso de acompañamiento a las víctimas no es sencillo, todos los casos que tenemos son de personas exiliadas por distintos motivos y les cuesta encontrar pruebas ya que salieron huyendo de la dictadura y no están pensando en el resguardo de evidencias”, afirmó.

A su vez, reconoció que la elaboración de una denuncia internacional muchas veces puede durar hasta cinco meses y que requiere mucha atención del equipo de Calidh.

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Atención prioritaria a estudiantes 

Ramírez, también víctima del despojo de la nacionalidad por parte del régimen de Nicaragua, explicó que el organismo tiene protocolos específicos para atender a los nicaragüenses, con la visión de no revictimizarlos.

“Nos interesan todos los grupos, sin embargo, priorizamos a los estudiantes, que fueron y son aún el principal foco de la represión estatal y a las mujeres que sufrieron violencia sexual por parte de la policía”, apuntó.

Si usted es nicaragüense y está interesado en interponer una denuncia o contactar a Calidh lo puede hacer a través de su cuenta oficial de Twitter o escribirles al correo  calidh@calidh.org.

El secretario general aprovechó en comentar que el acompañamiento jurídico y legal a los líderes estudiantiles Max Jerez, Lesther Alemán, Miguel Flores y Mildred Rayo, es un caso que les tocó trabajarlos desde hace varios meses, y consiste en solicitarle a la CIDH que “declare que el Estado criminal orteguista ha violado una diversidad de derechos humanos” en contra de los jóvenes excarcelados políticos.

Describió que la denuncia abarca desde 2018 hasta el destierro de los jóvenes en febrero pasado. “Enfatizamos en cómo estos muchachos fueron víctimas del patrón de censura, castigo y venganza que ejerce el régimen contra las voces opositoras, usando todas las herramientas del poder público para tal fin. Hablamos de torturas, tratos inhumanos, violencia sexual, la crueldad del destierro y convertirlos en apatridas. Le pedimos a la CIDH que envíe el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que se evidencie una vez más el desprecio estatal por los derechos humanos en Nicaragua”, concluyó.