Martinelli “se queja del gusto” en embajada de Nicaragua en Panamá

El expresidente panameño y prófugo de la justicia de ese país, Ricardo Martinelli, quien se encuentra refugiado en la sede diplomática nicaragüense desde el 7 de febrero de 2024, luego de ser condenado a 10 años de cárcel por delitos de corrupción, ha exhibido en diferentes ocasiones los lujos y comodidades de los que disfruta en lo que ha convertido en su paraíso personal, a la vez que se queja por el retardo de justicia y por supuestos problemas de salud que lo aquejan.

Martinelli, quien se mantienen activo en redes sociales, publicó el domingo 2 de marzo un video en el que aparece en un jacuzzi sosteniendo en una mano un vaso y en la otra una botella de ron, mientras dice “estoy aquí solo por una persecución política que espero resolver muy pronto”, seguidamente recomienda a quienes toman eviten manejar “porque el país y sus familias los necesitan”.

El exmandatario panameño concluyó su breve video diciendo: “Yo aquí tomándome mi Ron Victoria, producido en Panamá (…) ¡Salud a todos!”

El 6 de febrero, un día antes de cumplir un año en la embajada de Nicaragua, Martinelli publicó otro video en el que aparece haciendo una barbacoa. 

“A un día de cumplir un año de mi injusto y politizado caso que me forzó asilarme, y aún la honorable Corte Suprema de Justicia no se pronuncia sobre la inconstitucionalidad de mi caso político. Exigimos justicia y un pronunciamiento de la misma. Pero la carne está buenísima” dijo en esa ocasión.

Luego, el 20 de febrero, en otro video refirió que: “Estoy muy contento, pero a la vez muy triste, porque tengo una demanda de inconstitucionalidad en la Corte Suprema de Justicia que tiene varios meses y no le dan respuesta”.

Martinelli reiteró que “fui injustamente inhabilitado y condenada en un caso del cual soy inocente, sin embargo, la política primó sobre la justicia y hoy día me encuentro en esta situación la cual está afectando mi salud y afectando mi vida”.

El expresidente prófugo de la justicia también informó que se tomó la libertad de escribir un memorándum “en caso de que me pase algo para que el pueblo panameño sepa quienes han sido los responsables de que la justicia no se haya aplicado en mi caso”.

Tensiones diplomáticas entre Nicaragua y Panamá

La permanencia de Martinelli en la sede diplomática nicaragüense en la capital panameña ha generado una serie de tensiones entre ambos países.

Nicaragua otorgó refugio al exmandatario acusado de blanqueo de capitales, y solicitó a Panamá le concediera un salvoconducto para que este pudiera viajar a Nicaragua. No obstante Panamá rechazó la petición argumentando que su condición de prófugo le impide que pueda acogerse a la figura de asilo político.

El pasado 20 de febrero, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino informó que había conversado con la nueva embajadora de Nicaragua, Jessica Padilla Leiva, sobre el caso Martinelli. Padilla Leiva asumió la representación diplomática en sustitución de la periodista Consuelo Sandoval.

"Conversé ayer con ella, la cité aquí en la Presidencia en la mañana, hablamos y le envié un mensaje personal al presidente Daniel Ortega, con mucho respeto, que por cortesía elemental no puedo hacer público en este momento” dijo Mulino en conferencia de prensa.

En diciembre pasado, el mandatario panameño, acusó an Nicaragua de violentar las normas del derecho internacional y afirmó que Nicaragua es un país “sin Dios y sin Ley.”

Nicaragua refugio de prófugos

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, se ha caracterizado por acoger y proteger a prófugos de la justicia países vecinos y desterrar a nicaragüenses que lo adversan. 

Entre los personajes que han huido de la justicia de su país por casos de corrupción, están el expresidente salvadoreño Mauricio Funes, quien falleciera en Managua el pasado 22 de enero.

El también exmandatario salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, prófugo de la justicia salvadoreña, vive en Nicaragua desde 2020. En julio de 2021 solo unos días después de que la Fiscalía salvadoreña emitiera una orden de captura en su contra, el régimen Ortega Murillo le otorgó de forma express la nacionalidad nicaragüense

Otro fugitivo que vive a sus anchas en Nicaragua es el exministro de la presidencia de Honduras, Ebal Díaz, quien era considerado la mano derecha de Juan Orlando Hernández, recientemente juzgado en Estados Unidos por delitos relacionados al tráfico de drogas.