Daniel Ortega y sus interlocutores no convencieron a eurodiputados

La Misión del Parlamento Europeo no cree en la tesis de Daniel Ortega y sus interlocutores que en Nicaragua hubo un intento de golpe de Estado, actos terroristas, violencia y agresión externa porque no está sustentada en ninguna prueba.

Ramón Jáuregui, al frente de la misión de parlamentarios, dijo que sobre los acontecimientos producidos entre abril y junio de 2018 en Nicaragua, han recibido dos versiones antagónicas. El gobierno y sus interlocutores insisten en la tesis de un golpe de Estado, actos terroristas, violencia y agresión externa. “No creemos en esa hipótesis, nos parece especulativa y partidista, no está sustentada en ninguna prueba”.     

Los parlamentarios dejaron claro que su versión coincide con la de los organismos internacionales, explicitatada en documentos incuestionables. “La represión de las  manifestaciones fue desproporcionada, la consecuente extensión de las protestas generó e hizo ver la existencia de un pueblo con demandas de más libertad, de mejor democracia”, puntualizó.

Jáuregui  agregó que la  consecuente extensión de las protestas, la represión y la violencia han provocado cientos de muertos, heridos, detenidos y desaparecidos. “Nos remitimos a los informes de los organismos internacionales, nos reiteramos en la resolución que adoptamos el 31 de mayo. Manifestamos, una vez más, nuestras condolencias y solidaridad con tanto dolor, con tanto sufrimiento, que una gran parte de este país sigue teniendo”.  

Nicaragua vive una grave crisis de democracia

La Misión del Parlamento Europeo concluyó que el país vive una grave crisis de democracia, reflejada en la violación de tres libertades fundamentales: La de expresión, reunión y manifestación. “Están seriamente restringidas, o inclusive prohibidas o en todo caso limitadas para muchos. Un número importante de presos políticos lo están por el ejercicio de esos derechos. Los procesos judiciales contra ellos no gozan de las garantías procesales y penales. Las condiciones de las cárceles no son adecuadas”.

Ramón Jáuregui narró que el periodista  Miguel Mora, quien llevaba más de 35 días en una celda de la Dirección de Auxilio Judicial –El Chipote-, sin poder ver el sol, les pidió “luz y una biblia”.

Agregó que el derecho a la información está en peligro.  “Hay demasiados periodistas detenidos, exiliados y amenazados, medios audiovisuales cerrados y allanados, periódicos en riesgo de poder publicar si no les permiten importar el papel o la tinta. Todos los ciudadanos tienen derecho a la información y a ser informados, es una regla elemental de la democracia”.

Nicaragua también vive una grave crisis política. “Nos hemos encontrado con dos Nicaragua. La Nicaragua oficialista y sandinista y la Nicaragua que pide más libertad y mejor democracia. Las dos son igual de legítimas, pero no se reconocen. La polarización social y política, el extremismo avanza peligrosamente. Se está fracturando el país, las familias, los amigos, los centros de trabajo”, explicó Jáuregui 

La oposición con la que hablaron, articulada en diferentes movimientos sociales, partidos, organizaciones de la sociedad civil,  expresó rotundamente que “sólo defenderán sus ideas a través de la paz. Nos parece extraordinariamente importante recordar esta firme convicción de todos los interlocutores con los que hemos hablado. Hemos constatado una voluntad firme y clara de paz en el ejercicio del legítimo derecho a la oposición política”.  No obstante, la Misión expresó su preocupación ante los riesgos de una guerra interna. “No lo digo yo, lo dijo en una carta el señor (Rafael) Solís, una voz autorizada al respecto. Al pueblo nicaragüense le recuerdo que hay un pasado demasiado bélico en el país y hay un crecimiento peligroso del odio entre las dos partes”.

Problemas económicos

La delegación de parlamentarios europeos señaló que como consecuencia de la crisis política, Nicaragua enfrenta serios problemas económicos,  que puede agudizarse con un horizonte político tan inestable y conflictivo.  “El crecimiento económico de los últimos años, que el país venía experimentando en torno al 5%, condición necesaria para el mejoramiento de las condiciones de vida de un país pobre, están en peligro. La recesión generará más paro, la reducción del Producto Interno Bruto (PIB), deteriorará más la situación socio laboral de los trabajadores, la situación macro-financiera del país no es segura”.

Nicaragua necesita diálogo interno urgente

Para evitar la profundización de la crisis social y política de Nicaragua, se necesita recuperar el diálogo y la negociación entre el Gobierno y oposición. “No hay salida para Nicaragua, si una Nicaragua aplasta a la otra. Necesitan reconocerse y respetarse, negociar las condiciones de la democracia, de la convivencia, edificar una cultura de la democracia en el que puedan convivir en paz y en libertad”.

Los eurodiputados recomendaron aceptar la ayuda internacional y centrar la negociación en las reformas que garanticen que la decisión del pueblo sea respetada, y por tanto, que la democracia sea segura y creíble. En ese sentido, manifestaron, “la Unión Europea tiene un compromiso firme por ayudar a este país, especialmente por su capacidad en la construcción del Estado de Derecho y en la credibilidad  del sistema electoral, que es probablemente la mejor del mundo”.  

El planteamiento de la Misión del Parlamento Europeo deja fuera la demanda de justicia por el asesinado de 325 personas, según cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). “Hay muchas razones urgentes para debatir en el diálogo, pero quizás lo más importante es acordar las condiciones de convivencia en democracia para el futuro, aceptando y reconociendo que la democracia tiene una regla, que es aceptar la posibilidad de la derrota. Un genuino diálogo y negociación que incluya la adopción de reformas electorales para asegurar las elecciones creíbles, respondiendo a los estándares internacionales es la única vía para resolver la crisis y atender las aspiraciones del pueblo nicaragüense”.

En cuanto a adelantar o no las elecciones es algo que deben decidir las y los nicaragüenses, manifestaron los parlamentarios. 

El eurodiputado Javier Nart, quien participó en la guerra contra la dictadura de Somoza, dijo que la democracia no es una fotografía de instante, es la consecuencia de la implementación de todos los valores democráticos, del respeto absoluto a los derechos humanos, a las convenciones internacionales sobre juicios justos, la libertad de expresión, la libertad de prensa. “Aquí no estamos ante una conspiración internacional, aquí estamos ante una fractura verdadera. Si negamos al otro, cualquiera de las dos partes, están negando la solución. La solución es entre hermanos nicaragüenses”, aseguró.

Javier Nart mostró una fotografía de julio de 1979, cuando resultó herido en el Frente Sur Benjamín Zeledón. “Yo me jugué la vida por la libertad de Nicaragua. De eso me siento profundamente orgulloso. La libertad en Nicaragua no significa que gobierne una bandera rojinegra, que era la mía y es la mía todavía, significa que haya espacios verdaderos de libertad y que la libertad significa la capacidad de asumir que se pierda el poder, porque el poder no es el fin es el medio para que el pueblo pueda tener una vida mejor y una vida más digna. Negando al otro vencerán pero no convencerán, y sobre todo, el que venza será vencido”.

Condiciones para una posible reapertura del diálogo           

La Misión del Parlamento Europeo pidió al “Gobierno de Nicaragua” facilitar el diálogo con tres gestos imprescindibles:

  1. Permitir la libertad condicional de los presos políticos y asegurar que quienes han recibido una sentencia absolutoria sean puestos en libertad. “Casa por cárcel es mejor que cárcel inadecuada, es más justa”.  
  2. Cesar las limitaciones a las libertades y el acoso a líderes sociales. “No podemos admitir que personas que han venido a vernos, hayan sido o estén siendo asediadas. Nos parece una contradicción con la plenitud de libertad con la que hemos realizado esta visita a Nicaragua. Es intolerable que personas que simplemente han venido a vernos no hayan podio salir por la puerta de hotel sin ser perseguidas, no puede ser”.   
  3. Permitir el regreso al país de las organizaciones internacionales de derechos humanos: La Oficina de la Alta Comisonada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), organizaciones que son elementos nucleares de la credibilidad internacional.

La delegación de eurodiputados pidió a la oposición reiterar su mensaje de paz y que sólo con la palabra y los votos pretende acceder al poder. “Quizás sea innecesario porque hemos visto la convicción en sus interlocutores, pero es imprescindible, nunca más violencia en Nicaragua. También les pedimos que fortalezcan la vertebración de los movimientos sociales, de la sociedad civil, de los partidos políticos, que articulen una interlocución ordenada para que haga factible ese diálogo”.  

Finalmente manifestaron que la situación actual de derechos humanos en Nicaragua no es compatible con el acuerdo que la Unión Europea tiene con Centroamérica y  con Nicaragua. Si la situación no cambia “muchas voces plantearán la imposibilidad y la incompatibilidad de aplicar este acuerdo a Nicaragua”, advirtieron.                     

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