Movimientos Estudiantiles: “Nunca más los jóvenes volveremos al silencio”

Han pasado dos años, luego que el pueblo de Nicaragua se levantó masivamente contra el régimen Ortega-Murillo, desde entonces el país cambió sus intereses, hizo escuchar sus exigencias, demandó el cumplimiento de sus derechos y la agenda mediática abordó los temas que la población comentaba por las calles.

Aunque el estallido social de abril de 2018, ha dejado dolor entre los nicaragüenses la esperanza de cambio y de nuevas oportunidades es una convicción latente entre la población. En este camino, el estudiantado ha sido protagonista de esta lucha y aunque el miedo les persigue, han demostrado su compromiso pese al acoso o persecución del que han sido víctimas por ser opositores de la dictadura.

A través de un comunicado emitido el pasado 19 de abril los movimientos estudiantiles expresaron la responsabilidad asumida en esta lucha, “somos parte viva de la resistencia, estamos dispuestos a organizar y participar no sólo en la protesta en la calle, si no en la toma de decisiones, en la construcción de una unidad política real que haga frente al régimen de Ortega y siente las bases para una Nicaragua que sea libre, próspera, digna e incluyente”, señalaron. 

En el documento, los jóvenes también aseguran que no volverán al silencio “hemos decidido formar parte de las decisiones que llevan a los cambios que merecemos los nicaragüenses, por eso, somos firmes al decir que el espíritu sembrado en abril sigue sin apagarse”.

Las protestas de abril de 2018, dieron inicio luego de que el gobierno de Nicaragua realizara nuevas reformas al seguro social, su reacción fue violenta y dejó más de 350 asesinados, cientos de presos políticos, torturados y desaparecidos. 

Actualmente Nicaragua enfrenta una fuerte crisis económica y sociopolítica, el asedio, persecución y crisis de derechos humanos ha obligado el desplazamiento forzoso de miles de nicaragüenses que sin mirar atrás han dejado sus familias y sus sueños.