Zoocriaderos en Nicaragua: ¿Más negocio que conservación?
- 06 Abr 2020
- 8:00 a.m.
El Gobierno, a través del Ministerio del Ambiente y lo Recursos Naturales (Marena) ha autorizado la creación de siete zoocriaderos y planean autorizar la apertura de 86 más en todo el país. Los zoocriaderos son lugares donde se reproducen en semicautiverio o cautiverio especies animales no domesticas con fines de consumo o investigación y conservación.
Sin embargo, como en todo lo que hace el gobierno, la crítica y el señalamiento no hacen falta. Sobre todo, porque hay una pregunta clave, viniendo del gobierno ¿Es más negocio que conservación? Para nadie es un secreto que el Marena es deficiente en su trabajo de conservación y fiscalización del aprovechamiento de los recursos naturales.
No estamos haciendo lo suficiente
Lo último en este tema de los zoocriaderos, y por lo que me motivé a escribir sobre esto, es que el Marena publicó en su página web a finales de marzo, que celebraban la apertura de un nuevo zoocriadero para venados colablanca (Odocoileus virginianus).
El nuevo zoocriadero está en la comunidad Buena Vista, en el municipio de San Lucas del departamento de Madriz. De acuerdo con la información publicada por el Marena, “un compañero campesino” recibió permiso para criar venados por un año. El nuevo zoocriador de venados respondió muy agradecido que “sería bueno motivar a la gente para que haya más zoocriaderos de venados”.
¿Este campesino habla de volverse ganaderos de venados colablanca? ¡El venado colablanca oficialmente no está en peligro, pero en Nicaragua son muy difíciles de ver! Sin embargo, Rolando Pérez, director general de Patrimonio Natural del Marena, aseguró que los zoocriaderos están dentro de “la estrategia nacional de biodiversidad”.
Turismo Rural: Impacto de la crisis y alternativas de subsistencia
El plan del Gobierno con los zoocriaderos es reproducir “iguanas, venados y garrobos” y mejorar la dieta de las comunidades. Sin embargo, en otro artículo publicado en la página web de Marena el 25 de marzo, el viceministro de esta institución, Javier Gutiérrez, reveló que hasta el 20 de dicho mes, el país había tenido ingresos de 336 mil dólares producto de la “comercialización de especies criadas en cautiverio” de fauna y flora. Los países de destinos son Estados Unidos, Japón y China.
Pregunté a varios expertos de diferentes organizaciones de investigación de fauna y flora, sobre qué piensa de esta “estrategia”.
Eduardo Acevedo aseguró que los zoocriaderos tienen varios de años de existir en el país. “Conocí a un señor en la salida al Viejo que tenía varios, no sé si todavía, fue hace unos tres años. Pienso que si los crías para consumo transmites la idea de comer y cazar porque para eso son”.
Para Martín Vallecillo, investigador en la zona de Chinandega, el zoocriadero mejora la economía del productor al vender la carne del venado o cualquier otro animal, “pero a la conservación no aportará mucho.” Vallecillo afirmó que en el caso de la crianza de venado colablanca, no es viable, “debido a que no hay grandes números de individuos de esa especie”.
Por su parte, la ecóloga Salvadora Morales, opinó que al criar animales como venados el aporte a la conservación se traduce en la disminución de la presión sobre los individuos silvestres. “Si este es un proyecto comunitario y al final beneficia a varias familias”, indicó Morales. Sin embargo, advirtió que no se debe permitir que sea “un negocio de un brother del gobierno, pues será un proyecto para su bolsa”.
A nivel mundial los zoocriaderos capacitados han tenido buenos resultados. Existe la experiencia del fundador de CNN Ted Turner, quien empezó hace más de 20 años la protección de bisontes en Estados Unidos y hoy en día tiene la reserva privada más grande, arriba de 50,000 individuos. Además de salvar de la extinción al bisonte, también vende su carne en restaurantes.
Oscar Bermúdez, investigador en la reserva natural Los Guatuzos en Río San Juan, explicó que de acuerdo a la ley 217 de Medio ambiente, los zoocriaderos tienen como fin la conservación de la especie mediante el aprovechamiento sostenible del recurso.
“En este sentido todo zoocriadero autorizado por el Marena está en la obligación de liberar en su medio natural el 10% o más en su medio natural. El resto es comercializado según las normativas de especies CITES ya sea a nivel local o internacional”, precisó Bermúdez.
En su experiencia, ha resultado exitoso el manejo de tortuga ñoca (Trachemys scripta) y del cuajipal (Caimán crocodilus) en Los Guatuzos Río San Juan. “Hay zoocriadero que venden padrotes o crías para abastecer otros zoocriadero y evitar la presión de las áreas naturales de reproducción. El seguimiento y monitoreo de esta actividad es lo que hace exitoso las iniciativas de zoocrianzas en cautiverio. En todo el proceso participan también autoridades como MAG, ADUANA CETREX, MARENA”.
En tanto, el promotor de proyectos de conservación Octavio Guerrero, afirmó que, estos zoocriaderos han sido la excusa perfecta de gente sin escrúpulos para sacar fauna de los bosques y venderlas como producto de ellos. “Mientras no haya controles ni supervisión adecuado del Marena no veo viable”.
En cambio, el investigador Orlando Jarquín, considera que los zoocriaderos tienen o deberían de tener como objetivo solucionar de alguna manera los problemas económicos a la comunidad o al grupo, ya sea para alimento, por ejemplo, pero, regresar un porcentaje del animal a su hábitat natural, es lo más correcto.
“La viabilidad en venados no es fácil, a diferencia de otras especies como iguanas que no es una o dos iguanitas en cada puesta, sino que son muchas, pero en venados es apenas un venadito y cuidado, además que el manejo de estos no es fácil... al final pues pienso que no es factible, es un negocio nada más”, manifestó Jarquín.
Dany Munguia, investigador en la zona de León, añadió que los zoocriaderos debe ser más dirigido a especies que se reproducen en grandes cantidades. “En el caso de los venados la mejor manera seria aplicar vedas estrictas y de educación ambiental acompañado de una mejor opción para que los comunitarios puedan comercializar y consumir”.
El dilema es: ¿Una especie silvestre en zoocriaderos para consumo de su carne? Si lo miramos desde esta lógica: criar venados para no cazar a los que están en el bosque, pero, ¿De dónde voy a sacar a los venados del zoocriadero? Del mismo bosque.
El autor de este artículo es periodista con experiencia en temas ambientales.