El periodismo es compromiso social

La idea de servicio, de implicación en las necesidades de la sociedad, de fomento del diálogo y de la comprensión, son tareas obligatorias e inherentes para quienes ejercemos la profesión periodística.

El compromiso social lo hemos identificado únicamente con la función de fiscalizar al poder político. Los medios se entienden como «la mano larga» de ciudadanos y ciudadanas para controlar la acción del gobierno; y esto sigue siendo válido, tenemos la responsabilidad de evitar que el poder público cree más impunidad.

Pero el compromiso social del periodismo también se refiere a las actitudes profundas que fundamentan el conjunto de obligaciones que las y los periodistas hemos adquirido con la sociedad, en el aspecto político y en todos los demás. Pasa por tomar en cuenta los problemas de la sociedad, de aunar esfuerzos para edificar una sociedad más justa, equitativa, sostenible; ya que la sostenibilidad es un imperativo ético y moral.

Las y los periodistas tenemos el compromiso de dejar huellas y contribuir a cambiar la historia de nuestras comunidades, mediante el trabajo diario con ética y credibilidad. Debemos sujetarnos a estándares críticos para informar con honradez, integridad y balance.

En nuestra experiencia en la radio, en Onda Local, la sociedad ya no sólo pide que le informemos, demanda que contemos historias que tengan un seguimiento de información de algo con propuestas de solución. Las notas informativas, que es lo que más se utiliza en la actualidad en los medios, son una barrera para la demanda ciudadana. De cómo lo hagamos, sin perder el sentido de lo noticioso, evidenciará el compromiso de cada quien en lo profesional.

El compromiso social del periodismo dista mucho de ser parte de los intereses de conflicto de funcionarios públicos o privados, conflictos de interés por partidos. Estamos obligados a no crearnos apremios éticos. Nuestro compromiso, donde el periodismo en sí mismo es ya un compromiso social, no puede ser visto como la identificación y ejercicio profesional desde posiciones partidarias, para defender un partido político o al Estado. Nos obliga a mantener la independencia, sin caer en la manipulación de la información, lo cual es un riesgo.

El compromiso nos manda hacia un ejercicio profesional sin presiones, con libertad de prensa y económica, auto-regulado por normas éticas; como moderador e instrumento de control social, capaz de investigar y denunciar acciones inapropiadas de los poderes públicos y otros estamentos sociales, incluyendo la empresa privada.

Este compromiso nos conduce a la difusión de nuevas ideas, preceptos e iniciativas, generar o apoyar propuestas y someterlas a la opinión popular; a educar, entretener.

El Arto. 68 de la actual Constitución Política de Nicaragua asigna una gran responsabilidad en materia del desarrollo, a los medios de comunicación. “Los medios de comunicación, dentro de su función social, deberán contribuir al desarrollo de la nación [...] Los nicaragüenses tienen derecho de acceso a los medios de comunicación social [...]”. Contribuir al cumplimiento de estos preceptos constitucionales es parte de nuestra responsabilidad social.

Responsabilidad social y ética periodística

La ética periodística está referida al comportamiento individual de quien ejerce la profesión; los códigos deontológicos son normas aceptadas por los colegios de periodistas, como parte de las obligaciones derivadas del ejercicio profesional. Por exigencias deontológicas o de ética, estamos obligadas y obligados a tener como auto-requerimiento los preceptos constitucionales y demás leyes.

Recordemos que la ética se refiere al fuero interno del individuo. Es reflexión, razonamiento, búsqueda de lo que parece justo, desde la propia conciencia y no para cumplir un deber impuesto. Conlleva buscar la verdad y no basarse en apariencias, ni actuar conforme a prejuicios o mitos que la sociedad o el grupo imponen.

La ética está reservada a la conciencia individual, pues el sentido ético es inherente a la persona, y se refiere no sólo a su filosofía de vida y a sus autorregulaciones, según sus propios criterios, sino a la tendencia a valorar su comportamiento y el de los demás.

Diversos Códigos Deontológicos y de Ética Periodística mencionan que "el ejercicio del periodismo no debe condicionar ni mediatizar la información veraz o imparcial y las opiniones honestas, con la pretensión de crear o formar la opinión” y que “el periodista adoptará los principios de la veracidad y de la ecuanimidad y faltará a la ética  cuando silencie, falsee o tergiverse los hechos”.

Me pregunto si es posible cumplir con tales postulados si como periodistas atendemos las normas (por no decir órdenes) de un partido o de un funcionario público, también subordinado al partido mismo.

Me pregunto si es posible cumplir con tales preceptos si la veracidad se ve neutralizada por el cierre de fuentes informativas.

En Onda Local nos ha resultado difícil contar con distintas voces y fuentes, para abordar la problemática de los municipios y otros temas de relevancia para el desarrollo del país. El caso de la Influenza es una muestra. En la Secretaría del partido de gobierno a la vez Casa Presidencial nos impidieron la entrada por ser medio independiente. Muchos ministros te refieren a la Secretaría de Comunicación de la Presidencia. Alcaldes que incluso mienten para no rendir cuentas a la ciudadanía.

El reto ha sido sostener nuestra propia agenda vinculada a los municipios, al desarrollo local, a la participación ciudadana, sin obviar acontecimientos y problemáticas de envergadura, que también impactan a los municipios y la ciudadanía. La tendencia que hemos logrado sostener es la de informar siempre desde la mirada del municipio, integrando intereses de la ciudadanía.   

Responsabilidad social, ética y cobertura periodística

Factores a ser tomados en cuenta para hablar del contenido ético de nuestro trabajo:

  1. La calidad de información. La importancia asignada a la noticia debe guardar proporción con el contenido, de lo contrario se condiciona al receptor de la información.
  2. Objetivo del periodista al dar una información. ¿Qué mensaje desea comunicar?
  3. La mayor o menor independencia del medio para el que trabaja el periodista. Esto puede ser fuente de conflictos éticos para el periodista, y verse constreñido por requisitos o directivas de la empresa.
  4. Subjetividad de la opinión del periodista. No se debe confundir una opinión con un hecho. El periodista tiene derecho a elegir la manera de informar según sus objetivos, pero no debe caer en la tentación de confundir al público, diluyendo el límite entre el dato objetivo y su interpretación.
  5. Subjetividad de la fuente. Generalmente el informante facilita el dato comunicado según su propio punto de vista. El periodista debe tener la habilidad de extraer el trasfondo objetivo, y aprovechar la oportunidad para profundizar sobre otros aspectos del problema, y evitar información parcializada o dudosa.
  6. Tiempo disponible para elaborar la noticia. El escaso tiempo lleva a veces a buscar información en fuentes dudosas. Cada fuente debería ser razonablemente validada, y en caso de incertidumbre, omitirla o descartarla.
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